El sufrimiento mental no tiene edad y sabemos que se puede sufrir por una gran variedad de síntomas en el día a día, ya sea por conflictos en relación a nosotros mismos o en relación con las personas que nos importan.
Cuando el dolor emocional es tan alto y está tan “desorganizado”, que ni se puede pensar ni comprender, el cuerpo suele hacerse cargo de “tramitar” parte de ese dolor, surgiendo así la patología psicosomática, de alta prevalencia en nuestra sociedad actual.
La patología psíquica abarca una amplia escala en cuanto a la intensidad del sufrimiento psicológico que puede llegar a padecer el ser humano, pudiendo ser este dolor desde leve hasta altamente traumático.
La causa más común por la que las personas consultan, es la persistencia de las dificultades de relación en la vida personal, familiar y profesional.
Ana María Martín Solar
La adicción es una patología en la que se involucra tanto el malestar psicológico como el físico y en la que se desarrolla una dependencia a menudo absoluta en diferentes áreas. En la mayoría de los casos de adicción, la ansiedad tiene un papel preponderante como desencadenante del comportamiento adictivo. De ahí la sensación de no poder dejar de hacer algo perjudicial que se vuelve indispensable para poder calmar esa ansiedad y sobrellevar las tareas cotidianas.
Estos dinamismos circulares pueden llevar a desarrollar trastornos obsesivos, con lo cual todo el proceso adictivo se complica más.
Tanto el tipo de adicción a sustancias tóxicas como el comportamental, arrastran situaciones conflictivas no resueltas en torno a la dependencia y a la falta de una verdadera autonomía personal para enfrentar la vida.
En Consulta Martín Solar mediante un riguroso pero cercano tratamiento de psicoterapia psicoanalítica se aborda de forma eficaz estos problemas adictivos.
Existen dos tipos de adicciones, a sustancias y a comportamientos.
Son fundamentalmente las referidas al consumo compulsivo de sustancias de alta carga tóxica de índole legal como el tabaco, el alcohol y los psicofármacos, particularmente las benzodiacepinas con una prevalencia cada vez más alta y las de índole ilegal como el hachís, cocaína, opiáceos y las distintas variantes de las anfetaminas.
Todas estas adicciones tienen su particular y subjetiva forma de abordarse, ya que cada persona que tiene problemas adictivos hace la elección inconsciente de su adicción, según sus propios conflictos vitales.
Internet, redes sociales, Smartphones, Whatsapp, videojuegos… En estas adicciones no existen sustancias pero en la base de esta adicción está la tendencia compulsiva a utilizar estas tecnologías como un desplazamiento para satisfacer diferentes tipos de ansiedad que pueden ponerse en juego. Estas adicciones están fuertemente asociadas a los trastornos obsesivos.
Este tipo de dependencia (sin sustancia) es prácticamente el sustrato sobre le que se desarrollan todas las demás. La dependencia emocional es de los síntomas más incapacitantes, por la falta de autonomía y crecimiento que genera. Es como vivir en una “cárcel sin barrotes” y a veces en una “jaula de oro”.
El tratamiento psicoanalítico puede ayudar enormemente a superar la tendencia a la dependencia emocional.
Los trastornos de alimentación son cada vez más, uno de los principales motivos a la hora de pedir ayuda psicológica. En muchas ocasiones, la comida puede llegar a usarse a la manera de una sustancia, como los ansiolíticos o antidepresivos.
El sufrimiento que provoca el trastorno de la conducta alimentaria no sólo lo padece la persona involucrada, sino también el entorno y la familia.
La extrema delgadez o la gran obesidad dan cuenta físicamente de la problemática que suele convertirse en el llamado trastorno de alimentación que veremos más específicamente en el apartado de trastornos.
La adicción al sexo es una necesidad que no puede controlarse hacia el sexo en sus diferentes modalidades. Esa necesidad tiene una naturaleza impulsiva y compulsiva que no puede dominarse y que en ocasiones lleva a transgredir la legalidad como en algunos casos de abusos de menores.
Es muy importante tomar conciencia de cuándo estos comportamientos adictivos se “van de las manos” y solicitar ayuda psicológica para poder identificar y entender que puede estar ocurriendo.
En la adicción a las compras, con origen en la angustia no gestionada se genera un círculo “vicioso” de carácter obsesivo en el que se pasa de la euforia a la culpa, luego a las deudas para llegar de nuevo a la angustia. En ocasiones las consecuencias son nefastas también para la familia y los seres queridos.
Llamada también ludopatía, esta adicción pone también en evidencia la necesidad imperiosa de consumir, en este caso juegos de todo tipo, desde el póquer hasta los videojuegos. Esta adicción actualmente tiene una prevalencia muy alta entre los adolescentes. Como en casi todas las adicciones, en la ludopatía se huye de una situación frustrante o difícil de tolerar. El ludópata suele naufragar cuando piensa que “lo controla”.
La compulsión a mentir llamada Mitomanía suele relacionarse con un comportamiento tiende no sólo a ocultar sino a enmascarar mediante la mentira complejos, una baja autoestima y un nulo manejo de la frustración.
El robo compulsivo es la cleptomanía. Tras ella se esconden profundos sentimientos inconscientes de culpabilidad y de no haberse sentido suficientemente amado. El cleptómano y en mayor medida la cleptómana, no sabe porque roba, no suele hacerle falta, pero también inconscientemente busca un castigo que aligere su culpa
El psicoanálisis es un tratamiento de elección en el abordaje de este trastorno, permitiendo sacar a la luz esas motivaciones inconscientes de las que hablábamos.
En sí mismo, el acoso no es una enfermedad psíquica, pero si es una situación que puede producir un alto malestar psicológico, como episodios depresivos o una elevada ansiedad. Conlleva abuso emocional y maltrato psicológico.
Es el llamado Mobbing. Es un acoso que se da en el ámbito profesional. La victima se escoge y es humillada delante de sus compañeros.
Estos son fundamentales para que se de la situación de maltrato porque gracias a ellos por acción u omisión perpetuarán esa situación de marginación. El acosado puede sufrir graves episodios de depresión, vergüenza e incluso trastornos psicosomáticos.
También denominado bullying. Es un tipo de maltrato físico o psicológico que sufren los niños en el ámbito escolar. Se caracteriza por una secuencia de agresión-maltrato-reiteración e intimidación.
Suele ser una realidad silenciosa, tras la cual el niño acosado sufre consecuencias muy negativas de sufrimiento. En el bullying los observadores de la escena o situación de acoso suelen tener un papel fundamental en la pervivencia o no de dicha situación.
El acoso sexual es un tipo de intimidación de naturaleza sexual que puede ir desde las molestias a situaciones de verdadero abuso, maltrato y violencia. Suele surgir como propuesta de cambio de favores, en este sentido es muy común en el ámbito profesional.
Al igual que el acoso laboral se da en el trabajo, en el familiar se da en la familia. Normalmente es uno de los miembros de dicha familia, que como en el resto de los acosos de índole moral, suele ser una persona manipuladora que chantajea y acosa, a veces, hasta la destrucción psicológica a otro miembro de la familia.
La psicóloga y psicoanalista francesa Marie France Irigoyen habla largamente sobre este tema en su libro “El acoso moral”.
Este tipo de acoso se da a través de las nuevas tecnologías, principalmente entre los adolescentes a través de las diferentes redes sociales: Facebook, WhatsApp, Instagram, etc. La dinámica es similar al del acoso en general, aunque en este tipo de acoso la ansiedad es mayor porque muchas personas son las observadoras en la situación, al difundirse los insultos por estas redes.
A lo largo de la vida, las personas atraviesan diferentes etapas evolutivas que comportan cambios fundamentales, tanto corporal como mentalmente. Dichos cambios afectan directamente al deseo vital, influyendo en la forma de amar, así como en la de trabajar (amor y trabajo).
La buena resolución de estas etapas, entendiéndolas y aceptándolas, es clave para tener una buena calidad de vida, a pesar del paso de los años, o quizás, gracias a ellos.
Con la pubertad se inicia el paso a la adolescencia. En la pubertad, el niño comienza a sufrir una especie de “metamorfosis”. Se inician los cambios fisiológicos (talla, peso, cambios hormonales implicados directamente en la sexualidad, etc.) que significan la transición del niño al futuro adulto.
Con la entrada en la adolescencia, la esfera afectiva se reactiva y aparecen interrogantes acerca de la identidad, de la vida y en general del sentido de estar en el mundo. Para muchos adolescentes, esta etapa es difícil por las dudas, la activación de los impulsos agresivos y sexuales y los sentimientos de culpa y tristeza.
Es una etapa vital fundamental, que si es bien entendida y acompañada por los seres queridos suele arribar a buen puerto en la adultez. En cambio en muchas ocasiones, dada la gran necesidad de separación y autoafirmación respecto a los progenitores, es necesario y muy recomendable consultar a un psicoterapeuta para que acompañe y ayude al adolescente a entender todas sus dificultades.
Con la entrada en la madurez se ponen en marcha proyectos de vida personales y profesionales que requieren de una gran energía para llevarlos adelante. Se habla de crisis de los 30, de los 40…Estas informaciones son muy relativas, al igual que la forma en que se ponen de manifiesto estas crisis.
Una de las mayores dificultades en esta etapa y que es novedad respecto a épocas sociales anteriores es el acceso a la maternidad y paternidad, siendo este acceso cada vez más tarde y más complicado por la ansiedad y sufrimiento que implica el no poder ser padres.
Toda esta situación puede también entenderse y puede superarse con un acompañamiento apropiado.
Con la llegada de la menopausia, el ciclo menstrual en la mujer se interrumpe. En este periodo se hace balance de la experiencias vividas. Es un momento de alto sufrimiento: los cambios en el cuerpo, en la fuerza vital…Estas pérdidas son sustrato para que aniden los pensamientos depresivos y diferentes síntomas psicosomáticos.
Por todo ello, es muy importante abordar esta problemática cuando el cambio desborda. En ocasiones, el deseo sexual se queda detenido por diferentes motivaciones inconscientes que es necesario desvelar para poder disfrutar de la vida, que aunque con ciertas limitaciones también con todas las posibilidades de expresión que aún pueden tenerse , pero que se desconocen.
Un tratamiento psicoanalítico está indicado en este caso.
En la andropausia, el hombre tiene que enfrentar el duelo de la pérdida de la juventud y lo que esto conlleva.
En este momento se activan estados depresivos si la persona no sabe dar respuesta o niega lo que le ocurre, cronificándose la sensación de impotencia, no sólo sexual sino también profesional o bien se recurre a intentos desesperanzados por recobrar la juventud pretendiendo ser el joven que fue.
En este importante y muy a menudo doloroso cambio en el ciclo vital, también puede consultarse a un psicoterapeuta experto. En Consulta Martín Solar a través de unas entrevistas iniciales puede explorarse la situación específica que cada hombre está atravesando para indicar el mejor tratamiento posible.
No dude en pedir más información o solicitar una cita.
En la última etapa del ciclo vital se va a poner en juego, la forma en que las personas han atravesado la vida hasta esa fecha. Es decir, como han ido tolerando las pérdidas y elaborando los duelos.
Si el balance es positivo se puede seguir viviendo con las limitaciones intrínsecas a esta etapa pero con un agradable sentimiento de bienestar.
Si por el contrario la balanza se inclina al otro lado, esta última etapa será un camino con el deterioro como protagonista. Las enfermedades somáticas, las demencias a veces confundidas con los estados depresivos, y los estados deficitarios en general, será lo que predomine.
Un tratamiento psicoterapéutico que acompañe en este momento vital, es fundamental para mantener las constantes vitales psíquicas vivas.
Toda pérdida (de un ser querido, de un trabajo, de una ilusión, de un divorcio, de un amigo, de un cambio de país o de la transición que implican los cambios) conlleva un duelo para poder elaborar mental y emocionalmente el sufrimiento de aceptar lo que ya no se tiene.
El proceso de duelo puede ser normal o patológico. El duelo patológico ocurre cuando resulta intolerable y casi imposible, aceptar y asumir esas pérdidas, quedándose las personas atrapadas en una situación de gran bloqueo emocional.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que puede ser transitoria o permanente, pudiendo llegar a convertirse en crónica.
Tal como expresa el origen latino de la palabra, opresión, encogimiento y abatimiento, definen muy bien el estado de ánimo depresivo. Las personas deprimidas refieren profundos sentimientos de insatisfacción y de vacío, acompañados de sentimiento de tristeza, infelicidad y culpabilidad. El sentimiento de culpa, está claramente asociado a los estados depresivos. Por ello, una de las claves del éxito de la superación de la depresión, está en muchas ocasiones, en entender el origen de esa culpa y poderlo relacionar con el malestar actual en el presente.
La psicoterapia y el psicoanálisis se presentan como tratamientos psicológicos altamente válidos y eficaces para poder vencer la depresión.
La fobia como temor o miedo desmesurado a un objeto, animal o situación concreta, puede llegar a convertirse en un síntoma muy discapacitante a la hora de realizar las tareas cotidianas de la vida. Las personas fóbicas, principalmente, se manejan a través de la evitación y/o la huida, lo que suele generar un funcionamiento en forma de bucle, que cuando es muy persistente puede terminar favoreciendo el aislamiento social.
Los ataques de pánico o ataques de ansiedad suelen desatarse ante una situación de gran intensidad fóbica.
Las inhibiciones y los bloqueos emocionales suelen asociarse también a funcionamientos fóbicos, lo que suele entorpecer en muchas ocasiones, el desarrollo personal y profesional de forma clara.
Hoy en día, apenas se pone en duda que en toda patología, los aspectos corporales y los mentales se encuentran de una u otra forma entrelazados.
Hay una alta evidencia científica de que cuando “algo” en el funcionamiento mental fracasa y el sufrimiento emocional es tan elevado que no se puede pensar ni elaborar, éste puede descargarse a través del cuerpo.
Es decir, cuando una persona “somatiza”, expresa físicamente su dolor psicológico.
· Cardiovasculares: hipertensión, enfermedad coronaria, taquicardia, arritmias cardíacas episódicas, enfermedad de Raynaud, cefaleas migrañosas.
· Dermatológicos: prurito, eccema, acné, psoriasis.
· Endocrinos: hipertiroidismo, hipotiroidismo, síndrome de Cushing.
· Gastrointestinales: síndrome de colon irritable, colitis ulcerosa, úlcera péptica, dispepsia funcional.
· Inmunológicos: Afectación del sistema inmunológico – inhibición de las defensas (cáncer, VIH, alergias, artritis reumatoide y enfermedades de tipo infeccioso).
· Musculares: cefaleas tensionales, tics, temblores, lumbalgias, contracturas, alteración de los reflejos musculares.
· Respiratorios: alergias, asma bronquial, síndrome de hiperventilación, alteraciones respiratorias.
· Sexuales: impotencia, eyaculación precoz, eyaculación retardada, coito doloroso, vaginismo, disminución del deseo sexual.
Los trastornos psicológicos abarcan un gran espectro, dependiendo de qué áreas del funcionamiento biológico y mental de las personas estén comprometidas.
En estos trastornos, de gran prevalencia en la sociedad actual aunque también de desde siempre, hay un núcleo central que es el estado afectivo de la angustia.
La ansiedad puede estar relacionada o ser el sustrato de otras patologías como las fobias, el trastorno obsesivo compulsivo, los ataques de pánico, las adicciones, etc. Este trastorno suele acompañarse de un cortejo de síntomas físicos como las palpitaciones, taquicardias…que suele llevar a consultar por estos motivos.
Las consultas de algunos especialistas como los cardiólogos e internistas suelen llenarse con los pacientes que sufren de una altísima ansiedad. En Consulta Martín Solar se aborda este trastorno desde una perspectiva psicoanalítica en la cual se ayuda al paciente a reconocer y comprender emocionalmente a que se debe su ansiedad.
Como consecuencia de este reconocimiento y comprensión, el paciente aprende a manejar y gestionar su propia ansiedad.
El trastorno límite de la personalidad o borderline, es un trastorno altamente complejo y en muchas ocasiones grave. Su característica principal es la inestabilidad, que suele manifestarse tanto en el estado de ánimo, como a nivel comportamental y a la hora de vincularse con otras personas. Habitualmente su abordaje se combina con tratamiento psicofarmacológico además del psicoterapéutico. La psicoterapia psicoanalítica es un tratamiento que junto a la medicación es de gran ayuda para los pacientes con este tipo de trastorno TLP.
Este trastorno se caracteriza por la necesidad de control absoluto sobre uno mismo y sobre le entorno.
La sintomatología obsesiva (conductas de comprobación, pulcritud, rigidez, cumplimiento estricto de normas y leyes, orden milimétrico, retención, etc. ) cuando está bajo el dominio de la compulsión puede llegar a ser verdaderamente incapacitante hasta llegar a la necesidad de combinar antidepresivos con la psicoterapia psicoanalítica de gran ayuda para descifrar y deshacer los síntomas a menudo absurdos del TOC.
Los trastornos del sueño implican serias dificultades para poder dormir y por lo tanto descansar. El insomnio es uno de ellos. Las causas pueden ser de índole muy variada pero muy a menudo se asocian a procesos depresivos que cursan con una gran angustia.
El insomnio cuando se va cronificando puede llegar a ser devastador para la vida cotidiana diaria, por lo que se hace fundamental abordarlo mediante un tratamiento psicoterapéutico.
Ya adelantamos en el apartado de adicción a la comida, que una disfuncional relación con ella suele llevar a desarrollar trastornos particulares que pueden convertirse en incapacitantes.
La imagen corporal, junto a una elevada ansiedad y en ocasiones, depresiones larvadas no tratadas tienen un importante peso en el desarrollo de este trastorno. Algunos de los trastornos más conocidos son los siguientes:
*El tratamiento para afrontar estos tipos de trastorno de la alimentación debe ser polivalente, es decir debe actuar un endocrino, un nutricionista y un psicoterapeuta que ayude al paciente a comprender de forma global que le ocurre internamente. Es importante saber que estos trastornos tienen solución. En nuestra Consulta podemos acompañarle en la solución a este problema.
El trastorno adaptativo aparece tras un acontecimiento vital estresante, al que cuesta enfrentar quedando la persona atrapada en sentimientos de carácter ansioso y depresivo.
Hay que decir que una reacción estresante es normal cuando hay un cambio significativo, pero cuando la duración del cortejo sintomático se mantiene constante en el tiempo, es hora de consultar.
Muchas veces estos cambios reactualizan situaciones traumáticas pasadas no elaboradas, que salen a la luz con toda su intensidad en el momento actual. Los duelos no elaborados por las rupturas o separaciones suelen ser el núcleo básico de estos trastornos.
Los trastornos adaptativos pueden surgir ante distintas situaciones. Algunos ejemplos son:
Estos trastornos también se denominan trastornos del estado de ánimo. Fundamentalmente hacen referencia a los extremos de la línea por dónde se mueve la corriente afectiva.
En un extremo está la manía (estados maniacos, eufóricos) y por otro la melancolía (la tristeza, la depresión). Hay diferentes clasificaciones, aunque actualmente se suelen clasificar en:
El origen de la aparición de estos trastornos es en su mayor parte inconsciente. Freud ya hablaba del trastorno maniaco depresivo, cuando describió magistralmente en “Duelo y melancolía” el cuadro de la melancolía y el de la manía. El afecto es la savia que nutre la vitalidad de las personas.
Muchas veces esta savia queda detenida y es necesario activarla para vivir de forma plena y satisfactoria. El psicoanálisis es un tratamiento psicológico que es de gran ayuda para reequilibrar esos afectos que en muchas ocasiones se ven desbordados.
Hay algunos pacientes que acuden a consulta con gran desesperación porque portan trastornos y sintomatología que a pesar de los tratamientos que han tenido, no mejoran.
En muchas ocasiones, un diagnóstico no ya equivocado sino innecesario, ha determinado y cronificado una patología que podría haberse evitado. Con una psicoterapia dinámica de orientación psicoanalítica se pueden desmantelar muchas creencias erróneas acerca de uno mismo.
Los problemas en relación con la sexualidad no son debidos únicamente a causas orgánicas. Un porcentaje muy elevado responde a causas psicógenas, como el temor, la ansiedad, la falta de deseo, las dificultades en la relación de pareja, la baja autoestima, los problemas con la imagen corporal, entre otros.
Todos estos problemas son causa de gran sufrimiento emocional, que suelen retroalimentar los síntomas depresivos y la ansiedad por no lograr tener una sexualidad satisfactoria, fuente también de vitalidad y bienestar.
Las disfunciones sexuales que suelen observarse, son las siguientes:
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